Rafael García Goyena fue un escritor guatemalteco. Aunque nació en Guayaquil, Ecuador, Goyena permaneció la mayor parte de su vida en Guatemala: su obra se estableció a partir de la poesía. Narró, a través de la utilización del verso, una serie de fábulas de carácter didáctico y crítico.
La fábula como composición literaria se establece a partir de dos características fundamentes: la primera que sus personajes son animales con capacidades humanas y la segunda que son didácticas. Una de sus funciones principales es establecer una conexión con su lector y dejar una enseñanza para éste, tal como escribe María Moliner en su Diccionario de uso del español se trata de “un género didáctico mediante el cual suele hacerse crítica de las costumbres y de los vicios locales o nacionales, pero también de las características universales de la naturaleza humana en general”.
Además es importante identificar que su temática es inverosímil y tiende a la brevedad. La presentación de acciones maliciosas por parte de sus personajes tiene un fin moralizante al final. Usualmente está escrita en prosa. Sin embargo, también puede contarse la historia a través de un verso.
Entonces, el poeta y también jurista, Rafael Goyena, desarrolló su obra literaria durante el siglo XVIII; época de la ilustración. Ruptura del pensamiento clásico y el establecimiento de una nueva cosmovisión fueron características importantes durante el desarrollo del escritor en su producción artística.
Así pues, Goyena utilizó la fábula como una herramienta estratégica para ridiculizar el pensamiento de la colonia. Su pensamiento ideológico lo hizo fundamentar parte de su obra en una exaltación hacia la construcción de una República:
Su obra, entonces, se establece como una crítica hacia la colonia española. Además, puede entenderse también que sus fábulas fueron un planteamiento a favor del pensamiento independentista.
Algo que también caracteriza las fábulas de García Goyena es el reflejo de la utilización de regionalismos al escribir términos puramente guatemaltecos, como lo son: “tacuacín, tepezcuintle o zope”. Entonces, es importante entender que dentro de su producción literaria la herramienta de la sencillez como conductor didáctico puede aportar a la construcción de un pensamiento novedoso sin confundir al lector.
El pensamiento liberal de García Goyena se plasmó en su obra, sin que ésta perdiera por completo su significado artístico. Sin embargo, hay textos en los cuales puede identificarse que su intención es puramente política: arte vs ideología, ¿es necesario? Es evidente que en la formación de un escritor influirán los aspectos ligados a su pensamiento y que los representará en sus creaciones. No obstante, en ocasiones perder la forma estilística del texto: entiéndase que por diferencias ideológicas ésta no pueda leerse hace que la misma construcción sea absurda.
Por eso mismo los elementos dentro de la obra de García Goyena pueden entenderse no solamente como herramientas para la construcción de una República, sino también como un texto que puede degustarse como una obra literaria, sin pretensiones políticas.
Pero su elaboración; su recurso literario, además de la utilización de la metáfora de los animales siempre tendrá un objetivo: enseñar. Aquí es cuando existe un punto importante, del cual es posible partir para comprender de una mejor forma los recursos que requiere para plasmar dos conceptos.
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